jueves, 29 de julio de 2010

El rio opuesto de testigo

Como cientos de velas nadando sobre el rio, en ese atardecer que pocos rios conocen
balanceandose, imitando a las estrellas, ciertas estrellas que saben, saben y callan.
Y ojos omnubilados , inquisidores y confesados.
Tres franjas, tres circulos de luz infinitos, como su perspectiva
Velas nadando sobre rios infinitos , distancias que deciden y componen
y pasan
Distancias que enamoran, sutiles y democratas del deseo
Suaves como esa llama que no quema
y el rio opuesto de testigo.

domingo, 25 de julio de 2010

Montañas

Creyendome montañas por inutiles que sean, montañas. el barco se estrellaria habiendo tantos satelites confundiendo al cielo , con estrellas. Creyendome montañas por inutiles que sean , montañas.,montañas hasta que pierda el sentido de concordancia la palabra, montañas montañas hasta que pierda el sentido. montañas enterrando, montañas montañas montañas , obstruyendo montañas montañas , escanadalizando paisajes, montañas ocultando amaneceres. Creyendome montañas hasta que pierdan el sentido. Por inutiles que sean montañas ya perdieron el sentido.
Llegamos, me rindo a la no felicidad.

miércoles, 21 de julio de 2010

Escribiendo sobre cascara de naranja.

Escribiendo sobre una cascara de naranja.
Dulce como el hastìo de la irresoluciòn de un diapasòn, delay en el tiempo que arrodilla, que ama.
Aspero como pieles recordadas en algun cajòn circular . Arañàndo hasta el ultimo pliegue de cualquier aparatito latente y rojo diseñado para vivir 45 dias y soñar con 2.499 lunas sin contar esas blancas, destellantes sin contar esas preciadas.. Mordiendome los labios, todavia escribo sobre cascaras de naranja.

>H

Hace tres dias que no me baño.
hay cosas que duelen mas que la sensibilidad dental.

martes, 20 de julio de 2010

tiempo

Cuando un espejo se rompe. Ya no hay manera de arreglarlo , la imagen va a ser distorisionada para siempre , aunque se unan los pedazos y se peguen con la mejor terapia , el espejo ya se rompiò .Y no me gusta màs como me veo en esa imagen

lunes, 19 de julio de 2010

las lapiceras no nos quieren.

Una hoja en blanco como esperando alguna información, algun pensamiento que pasada la madrugada va a ser el màs idiota.
Escribiendo con letra clara como si alguien algun dia vaya a querer leer esas lineas.
Esas palabras que duelen . no. Las palabras no duelen.
Lo que duele es lo que se puede llegar a decir con ellas.
Las palabras son vagas y las palabras no nos quieren, nos ocultan cosas como todo lo que alguna vez creamos.Tambien nos ignoran, asi que con eso cierro totalmente la idea de que las palabras no duelen.
Las hojas esas si, son mas malas porque nos dejan espacios vacios y nos ponen a prueba , pero nosotros creamos las hojas alguna vez,
Hoja que espera que escriba para reirse de mi después, o ni siquiera , o peor solo me pone a prueba de mi propia decepción.
Y las lapiceras? PEOR , mas malas , nos dan la capacidad , nos dan el arma y si en alguna ocasión se llegara a escribir algo sumamente importante, ahí esta en ellas para dejar de funcionar y hacer pensar al escritor , que ellas saben que por alguna razon es el momento indicado para dejar de escribir .
Tienen el poder, de hasta el propio cuestionamiento , y lo peor, lo mas escalofriante es que pueden dejar tachar. Pueden tachar pero siempre dejando en evidencia aquello que se reprimio.

Memorias I

y el viento en mi cara y el cielo abierto , las nubes sin apariencia a encierro a esa apariencia de cuadrados , me hacian sentir. me hacian pensar , y la poesia parecia invadir mi cerebro. El agua, ver lo profundo lo ancho lo largo y nitido de la transparencia ,, ver las 3 o las 4 o qien sabe cuantas dimenciones. me hacian pensar y no podia sacar palabras de mi cabeza, podria morir.podria morir hoy ya en este instante podria dejar de respirar, o podria...El aire , el polvo. pero no, mis pulmones parecian llenarse de nostalgia. nada mas que esa palabra, pero pulmones no viven de nostalgia. tenian que llenarse deEl sol? Hojas? verde? paz? no, mis ojos.horizonte? no. mi corazon.paz, aire horizonte. y podria moriry aun asi podria dejar de respirar, podria dejar de ver y de sentir, y porqe plantearmelo ahora? porqeu iniciar con eso de ver la vida pasar delante de los ojos?no entendia porqe. era asi,yo no estaba haciendo ientrar el aire en mis pulmones, y sin embargo respirabaasi qe, no tenia una pregunta muy filosofica para hacerme, mas ridicula diriaqe pasa si muero?probablemente , no noseria feliz. si hoy muero , mi mundo se reduciria a esa minima expresion de la palabra.. feliz. eso ? nada mas? esa era la pregunta la incognita la graaan incognita?en un momento hasta senti ridiculizarme a mi misma. porqe dirian?la busqeda,.. la tremenda busqeda .. felicidady ahora dejarlo ir asi? y desaparecer en un segundo y pasar al olvido y abandonar mi.... felicidad? de eso estabamos hablando? de eso se trataba todo?

los telefonos que sonaban y no se encontraban

O mejor dicho, que no sonaban.
Ella siempre había vivido en la calle 42, par.
Tenia un cita. La cita consistiría en pararse en la parte mas alta del puente Derqui, en el punto más alejado de cualquier extremo. Estaríamos hablando del medio. Viernes 5 PM, hora pico , su afán por quedar en la historia y su devoción porque todo se ejecute como lo planeado harían de los miles de autos testigos e involucrados, veamos, si no fuese el verde, seria el rojo, sino el taunuss o aquel palio siguiente, o el siguiente. El plan perfecto.
Pero faltaba la carta suicida.
Esa carta que estremecería a cada uno de los capilares de quien la leyera, esa carta que haría sentir culpable a cada uno de los causantes de su nueva cita. O mejor dicho al causante.
Solo que no se le ocurría, o quizás no se animaba. Tenia las emociones colgando de su lengua, irrigándole cada una de las venas de su cuerpo, pero no podía escribirlo. Así que espero al viernes que se aproximaba y se dirigió, si, al mismísimo puente Derqui.
Llegando justo para las 5, se paro en el medio del puente. Clavo su mirada en el asfalto hasta que los autos no parecían mas que destellos de colores en movimiento y hasta que el sonido simulaba solo un murmullo deformado por el viento. Porque sí, hacia frío.
Comenzó a enumerar las razones por las que debería tirarse, miro al cielo…miro otra vez al asfalto, a los fugaces de colores, inspiro tratando de abarcar la mayor cantidad de aire posible. Y por supuesto no se tiro. Faltaba la carta suicida.
Comenzó a gritar, primero alaridos, más parecidos a aullidos que a gritos, después si, grito como persona normal, comenzó a saltar, girar, alzar los brazos. Y a reír, si a reír.
Miraba el cielo. Ya casi había anochecido. Porque si, hacia frío. Camino, abrazada a sus brazos, bajo del puente y en medio de una calle desolada vio una silueta acercarse, manos en los bolsillos, atuendo negro, zapatos que hacían ruido, capucha, ojos blanquecinos, era un hombre. Miró esos extraños, desconocidos ojos, con casi la misma determinación con la que miró a los autos desde el puente. El color de los ojos como si fuera el color del palio .Fueron 13 segundos de silencio, y siguió.

Como deseó esa noche que la llamara, como deseó atender el teléfono y escuchar esa voz gruesa y empapada que la habría despertado alguna madrugada, en vez de escuchar a la maquinita con voz de promotora idiota diciendo que había ganado un 0km.
Con la melancolía que le causa un café de invierno, con el viento resonar sobre la persiana de esa ventana que jamás arregló, por donde, de cuando en cuando, se filtraba algún diluvio matinal, mientras mirando una imagen perdida en un televisor desteñido por las cuentas vencidas que dejaba entrever, la urgente necesidad de la carta suicida.
Esa noche, no hubo cena.
Recordó con perspicacia, arrancó una hoja al azar de su agenda, y por razón oportuna o no, dejando entrever un mensaje o no, 13 del corriente mes julio.
Agarró una birome del lapicero, de esas Bic con cartucho amarillo, esas que se usaban en el secundario para ejecutar guerras, o para estropear el culo de la profesora Chamorro. Se internó en el dormitorio, cerro la puerta con llave, como si alguna fuerza exterior fuera a abrirla e impedir la acción, se sentó en el rincón más recóndito. Y empezó:

Me siento incapaz ahora. Que tome el valor..
A la mañana siguiente, decidió ir a buscar otra fuente de inspiración, quizás era el día. Café de por medio, tomo el tren de las 11.45, luego el 166, y frente a los patitos contaminados por los humos de la Figueroa Alcorta. Su única expectativa, era que sea viernes.
Pasó cada arduo día de su mísera semana esperando ese maldito viernes y esa cita, que le traería quien sabe que clase de inspiración, para así poder concretar la maldita carta y ejecutar por fin la maldita acción, y olvidarse de todo aquel infierno y de los patitos.

De nuevo en el puente… en la mitad, ni un extremo ni otro, quizás, quizás ese era el asunto. Así que se fue, totalmente amparada por su instinto, hacia la izquierda, hacia ese extremo. Pero... era lo suficientemente bajo como para que su plan se arruine. Esa idea de sobrevivir le parecía aun más patética que la idea de acabar con su vida. Entonces, se dirigió hasta el otro extremo y era... el carril lento, por dios! Camino hastiada hacia la mitad otra vez. Clavo la mirada en el asfalto. Miro al cielo otra vez., como si en ese color metalizado encontraría los ojos de aquel… respiro lo mas profundo que pudo hasta que sus pulmones se llenaron de aire viciado de angustia y alguna clase de remordimiento , miro de nuevo al asfalto, miro al verde, al rojo, al blanco, al rojo otra vez, los miro a todos juntos, como un cardumen de salmones río arriba y esa sangre.
Sala 212 urgencias.

Lluvia

Dias de lluvia , qe saben a melancolia escafàndrica . dias de lluvia donde seres no entienden la mediocridad que los sumerge en no entender a un melancolico sosegado por un dia de lluvia y peor. A un melònamo azotado por el encierro en un dia de lluvia.
Dia de lluvia que esquiva a toda replica, dia de lluvia que existio antes del que lo pensò y quizas no exista mas. Dia de lluvia que cargando con los augurios existenciales, es ahora dia de lluvia. Y no dia donde cae agua del cielo.Y riega un arbol . Nada de eso , es un dia de lluvia donde se suicida una mariposa, y donde sangra y sangra y sangra .
Dia que obliga a hacer catarsis con el fuego. Dia que corta. Dia que odia. Dia de lluvia o dia de meirda-