sábado, 25 de septiembre de 2010

Cadàver de mosquito.

Polos domesticados, pasaportes denegados. Ratas en el laberinto.
Fue el día que apareció la araña en mi vaso, cuando vi las florcitas en el mantel que nunca había visto, por no haberme detenido a hacerlo, o porque no estaban.
Los ruidos podrían haber provenido de la casa de los vecinos y quizás los vecinos; eramos nosotros.
El cadáver de mosquito incrustado en la pared podría haber advertido algún tipo de privatización de los hechos.
Que miedo dan los ruidos en el techo , mierda! aun más que los ruidos en el piso , estos advierten un "mas acá", los del techo advierten un "mas allá" lo cual es mucho peor, o simplemente hay que ir a buscar una escalera al jardín.

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